jueves, 30 de mayo de 2013

Las fosforitas del Geoparque: Mina Costanaza (Logrosán)

Pozo Calle, Mina del Filón Costanaza (Logrosán)


Los depósitos de fosforitas tienen una gran importancia económica, ya que son uno de los componentes fundamentales de los fertilizantes que se utilizan en la agricultura. Las fosforitas contienen, además de grandes cantidades de fósforo y calcio, altas concentraciones de flúor y cloro.

El fósforo y el calcio son unos de los elementos esenciales para la vida y están presentes en toda la materia orgánica. Se encuentran disueltos en el agua, siendo unos de los nutrientes primarios en el mar, y como tales controlan la productividad de los organismos que viven en el mar. Su concentración suele alcanzar valores máximos en las zonas costeras, en los estuarios, y en las cuencas marinas pobres en oxígeno (anóxicas). En estos lugares la materia orgánica se degrada y con el tiempo pasa a formar parte de las rocas sedimentarias marinas, fundamentalmente calizas y lutitas.

 
Museo minero de Logrosán

En la comarca de Las Villuercas la fosforita está asociada a rocas sedimentarias de grano fino y color negro denominadas lutitas (o “pizarras”) ricas en materia orgánica. Durante la historia del planeta ha habido numerosos episodios fosfogénicos, pero en nuestro Geoparque se sitúan principalmente entre los periodos Ediacárico y en el Cámbrico Inferior (635-530 m. a.). Durante estos periodos, la formación de mares someros y con abundantes seres vivos, dio lugar a la existencia de fondos marinos poco oxigenados, en los cuales pudo acumularse materia orgánica con su consiguiente contenido de fósforo y calcio.

El origen de los depósitos fosfáticos en el mar se produce cuando las aguas frías de los fondos oceánicos, ricas en nutrientes y por lo tanto en fosfatos, ascienden hacia la superficie por efecto de las turbulencias marinas o surgencias, generando mayor productividad orgánica,  especialmente en forma de una gran explosión de fitoplancton.
La muerte del fitoplancton puede acelerar la formación de  aguas anóxicas, debido a que la abundante materia orgánica se descompone, favorecida por la acción de bacterias, consume el oxígeno disuelto en el agua y permite la sedimentación de la materia orgánica que libera los fosfatos.
 
  En las plataformas marinas y también en las partes altas de los taludes, se dan las condiciones más favorables para la liberación y la concentración de fosfatos calcáreos mientras decrece el oxígeno disuelto. En estas zonas anóxicas del fondo marino se produce también la mortalidad en masa de otros organismos, lo que contribuye a la formación de horizontes o capas, enriquecidos en nódulos y costras fosfáticas, estratificadas entre los fangos orgánicos marinos.

Los cambios oceanográficos, junto con las fluctuaciones en la bioquímica del agua de mar, pueden haber sido la causa para la Gran Radiación Cámbrica de los metazoos y el inicio de la biomineralización formadora de los exoesqueletos rígidos calcáreos. (Ej. Cloudina carinata, abundante en las calizas dolomíticas del Geoparque Villuercas Ibores Jara).

 
Olitostroma con esqueletos calcáreos de Cloudina carinata

 
 
 Batolito granítico de la Sierra de San Cristóbal (Logrosán)


Los fosfatos de origen hidrotermal de la Mina Costanaza de Logrosán, con Fluorapatito: Ca5(PO4)3 (F Cl), se formaron a partir de disoluciones ricas en estos elementos relacionadas con la actividad magmática. Disoluciones tal vez generadas por el lavado y removilización de los fosfatos sedimentarios acumulados en el interior de las lutitas fosfáticas ediacáricas, que encajan al batolito granítico de la Sierra de San Cristóbal, y que finalmente fueron concentrados y cristalizados, junto con el cuarzo (Sílice: SiO2), a lo largo de los planos de las fracturas principales en forma de potentes diques.

 Dique fosfatado de la Mina Costanaza encajado en lutitas del Ediacárico

 Contribución de la AGEX al Día del Geoparque en la Blogosfera. http://geoblogvilluercas.blogspot.com


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